En las últimas horas se conoció una nota que se publicó en un medio local y aseguraba que “IMPSA perdió más de $4 mil millones desde que es ‘estatal’”. En ese contexto, y acomodado a la intención de un “estado mínimo”, Omar De Marchi publicó la misma en sus redes sociales.

“La única manera de crecer es crear condiciones para que los privados emprendan y generen empleo. No con políticos jugando a empresarios con plata de los impuestos”, aseguró el candidato de Unión Mendocina a la gobernación.

Ante este posteo en redes, Pablo Portuso, director de IMPSA, salió a responder en redes. “De Marchi demuestra con su posición que no tiene una propuesta para el desarrollo provincial. IMPSA es estratégica para Mendoza y para la Argentina. Es una empresa que hoy es proveedora del Ministerio de Defensa, con capacidad para producir las turbinas de El Baqueano”, señaló.

En tanto que agregó: “generar un modelo de energías limpias y participa de programas de energía nuclear solo por mencionar algunos ejemplos”. Y sentenció “indudablemente la miopía política de un dirigente que nunca ha comprendido ni promovido un modelo de desarrollo provincial puede llevarlo a seguir repitiendo las mismas bobadas liberales hablando de IMPSA como si fuera un simple taller metalúrgico”.

Tras este cruce, Portuso dio una entrevista a Babel en la que analizó algunos de los puntos fundamentales sobre el desarrollo tras el salvataje estatal a esta empresa. En relación al estado actual de IMPSA, el ingeniero aseguró que “la compañía está en marcha, ejecutando contratos que ha ido obteniendo en todo este periodo”. En tanto que agregó que “es importante destacar que al momento del ingreso de la suscripción de acciones por parte del Estado Nacional y el Estado Provincial, la compañía estaba prácticamente quebrada”.

Al momento en el que el Estado decidió intervenir para salvar a esta emblemática empresa, el papel del mismo ya era fundamental. “Se lograba pagar sueldos recurriendo a ayuda del Estado, los Repro que ayudaron a un montón de empresas. Con motivo de la pandemia al disminuir su nivel de actividad no podían afrontar sus obligaciones mínimas”, detalló. 

La ayuda estatal fue importante, pero fue en un solo momento. Por lo que el director de la empresa subraya que el “ya perdió 4 mil millones” es errado. “El Estado ingresa con el aporte de 20 millones de dólares, eso va directamente a capital de trabajo y a partir de allí nunca más el Estado tuvo que poner dinero en forma directa para sostener la actividad de la empresa”, puntualizó Portuso. 

La empresa comenzó a buscar contratos en el mercado local ya que no estaba en condiciones de hacerlo a nivel internacional. “El plan que diseñamos es hacer foco en el mercado interno, volver a poner a la compañía en condiciones competitivas y prepararla para salir nuevamente al mercado internacional que es donde debe estar por el tipo de compañía”, asegura el director.

El panorama no era para nada alentador, explica Portuso, “en el mercado local en Argentina no hay volúmenes de contratos importantes, de envergadura por la crisis global que atraviesa Argentina, o sea, no es sencillo”. 

En ese sentido, el entrevistado analiza que, “cuando hablamos de un proyecto hidroenergético que involucra complejidades de desarrollo del proyecto, de aprobaciones ambientales, de financiamiento, son todos trabajos de ciclo largo”. 

La empresa, sin embargo, tiene un nombre fuerte en el mercado y busca reposicionarse tras tiempos de crisis. “A partir de tener una fuerte capacidad de ingeniería hemos generado contratos, casi 25 contratos de tamaño medio y que nos permiten proyectar una empresa hacia fin de año con vida positiva, o sea resultados y perspectivas financieras para el año próximo”, señala el directivo.

Los contratos firmados al día de hoy

IMPSA intenta ponerse de pie tras una fuerte caída, en ese marco ha firmado algunos nuevos contratos con distintos sectores. “Estamos bien avanzados con las reparaciones de seis turbinas para las que nos contrató Yacyretá, ya estamos entregando la cuarta. Estamos trabajando en Tambolar, en San Juan. Hemos presentado y estamos en cotizaciones avanzadas para la reparación de la central Río Grande en Córdoba, que es una central de bombeo de las más importantes que hay en el país y necesita una reparación integral”, detalló el ingeniero.

IMPSA también está siendo parte de las negociaciones por El Baqueano. También se ha avanzado con trabajos para el Ejército, y en ese sentido cabe recordar que el Ministerio de Defensa integra el directorio de IMPSA

En ese contexto, la empresa intenta colocarse nuevamente en el mercado internacional. “Hemos hecho algunas ofertas en Estados Unidos también con JetFlow Gates que es en Estados Unidos por válvulas, un contrato cercano a los tres millones y medio de dólares”.
IMPSA ha retomado contactos y negociaciones con la Comisión Nacional de Energía Atómica.

“Esto es absolutamente clave y estratégico. Somos la única empresa de América Latina con capacidad de diseño y construcción de equipos nucleares. Eso no es menor. Y hay futuros contratos que podrían estar saliendo en el área de energías renovables”, explicó Portuso.

Las dificultades de reiniciar una empresa casi quebrada

Las complejidades no escasean y, si bien se trata de una gran empresa, su director apunta que tienen “las mismas dificultades que una pyme”. “En determinados momentos tomamos la decisión de no facturar porque me impacta en el IVA y no tengo la proyección de caja para pagar el IVA”, explica.

Mientras que agrega que “no está todavía la empresa en una condición saneada que tenga un volumen de créditos, caja y demás para no tener que estar pensando en esas cosas”. 
En cuanto a la contratación de personal –una de las grandes críticas que se hacían en redes y desde la oposición de antemano cuando intervino el Estado, asegurando que sería “una cueva de ñoquis”-, la plantilla de la empresa casi no ha cambiado.

“No ha entrado personal. La empresa tiene un gerenciamiento absolutamente profesional, se han producido altas y bajas por gente que se jubiló o se retiró. Pero permanece relativamente estable, en torno a las 720 personas”, detalló Portuso.

¿En qué están trabajando hoy por hoy?

La puesta en marcha de la empresa exigía casi la inmediata toma de proyectos que fueran de cualquier envergadura, IMPSA necesitaba trabajar y distintos sectores del país necesitaban de su trabajo. “Actualmente estamos llevando adelante dos grandes contratos: uno con la provincia de San Juan y otro con La Rioja. Ambos son del orden de los 50 megavatios de potencia solar”, detalló el entrevistado. 

Además, señaló que “dentro del área nuclear, estamos trabajando en contenedores para transporte de Cobalto 60. Argentina al no tener el licenciamiento y capacidades para transportar este tipo de materiales peligrosos y radioactivos, tampoco puede exportar. En la medida en que ayudemos a esta firma a completar este ciclo se abren buenas perspectivas para la exportación”.

Por otro lado, IMPSA también ha tomado “contratos chicos” y ha cotizado, entre otros clientes, para la provisión de renovación de 35 torres de control de aeropuertos, en las que se haría una modernización del sistema eléctrico, infraestructura de datos, entre otros trabajos.
Asimismo, la empresa es una de las consultoras de Enarsa para el análisis de las centrales hidroeléctricas que tienen contratos que se vencen en agosto. “Hay volumen de operaciones interesantes”, asegura el entrevistado.

Las críticas de De Marchi y los sectores liberales

La derecha liberal cree en un Estado mínimo. Según esa concepción, el Estado Nacional y Provincial debieron dejar que la empresa se funda y que otra ocupe su lugar o que “el mercado responda a las demandas”.

En ese sentido, Portuso asegura que “las distintas concepciones de orden ideológico no están bien o mal, son concepciones, son formas de ver paradigmas, formas de ver los problemas”.
“En el caso de De Marchi, él desde una posición bien liberal, opina que no es pertinente que el Estado salga a intervenir y a rescatar a la compañía o a estar en este segmento de innovación tecnológica y de marco empresarial, sino que hay que dejar que el mercado actúe”, analiza el director. 

Ante esto, Portuso explica que, según esa concepción, “el capitalismo tiene siempre un proceso que Schumpeter, el economista, describe como de destrucción creativa. Entonces bajo ese esquema no sería necesario”.

De Marchi cree que no es necesario, que no es pertinente y que no es el rol propio del Estado. “Los políticos juegan a ser empresarios con el dinero de los impuestos”, advierte el candidato de la Unión Mendocina. Desde su concepción, el Estado lo único que tiene que hacer es generar condiciones y oportunidades para que estas actividades sean hechas por grupos privados. 

Ante esta crítica, Portuso asegura que se puede responder con números de la empresa. “La compañía ha mejorado sus números y estaríamos a fin de año cumpliendo con el mandato de cotizar nuevamente en bolsa”, explica.

Por su parte, el ministro Vaquié aseguró, incluso, que la empresa podría ser vendida una vez que recupere su funcionamiento pleno. “La concepción implícita es la de un estado bombero, que acude en respuesta o ante la necesidad, ante el incendio, acude, pero tan pronto como puede, se retira”, subraya Portuso.

Sin embargo, desde su posición, entiende que “la concepción nuestra es la de un Estado emprendedor que participe activamente en la innovación, abriendo oportunidades de desarrollo de sectores económicos, creando mercados, participando activamente en la innovación, articulando con la investigación y desarrollo y corriendo la frontera de conocimientos”.

En ese sentido, el entrevistado subraya que con este corrimiento de fronteras tecnológicas y nichos tecnológicos se abrirán nuevos mercados que en algún momento van a traccionar el desarrollo de industrias. 

“Ese concepto en libros también está escrito, lo expone muy bien la economista Mariana Mazzucato de Italia y nosotros suscribimos esa esa forma de entender el rol del Estado”, explica el director de IMPSA. 

En tanto que advierte que “esto no significa que el Estado tenga que estar en todo tipo de actividades. Hay actividades que claramente son para que desarrolle el privado”. Y añade, “el Estado tiene que generar condiciones atractivas para que los privados hagan negocio, para que los privados participen en los mercados de innovación, en los mercados tecnológicos y hagan negocio”. 

Por otra parte, señala un ejemplo clarificador para mostrar la importancia del papel estatal: “Gran parte de las grandes revoluciones tecnológicas del presente fueron o nacieron de la mano de la NASA, de la mano de contratos públicos y esto funciona así en el mundo. Nosotros creemos que IMPSA tiene todo el potencial para liderar en Mendoza un fuerte desarrollo de orden industrial”.

¿Qué esperan de IMPSA para el futuro?

Tras unos primeros meses convulsionados y con unas elecciones a pocas semanas, la perspectiva política de Mendoza podría cambiar. Pese a eso, Portuso asegura que cree que hay un futuro positivo para este gigante de la industria que está intentando ponerse de pie.

“En IMPSA imaginamos una empresa tractora de desarrollo local, estilo lo que puede serINVAP en Río Negro, lo que es EPSE en San Juan. Son empresas donde el Estado articula con el sector científico-tecnológico y desarrolla proyectos, tecnología y capacidad exportadora”, explica. Mientras que agregó que “la mirada resignada de que Argentina no puede hacer satélites o tecnología nuclear, no estamos de acuerdo”.

Finalmente, Portuso señaló la importancia de sostener lo que se ha hecho hasta ahora y advirtió que “estamos convencidos de que empresas como IMPSA son enormes oportunidades de desarrollo de la economía local. Tenemos un plan de grandes ejes para que se desarrolle esta empresa y ese desarrollo va a empujar otras actividades de la provincia”.